¡HAZLA YA!
Paso 1
Precalienta el horno a 375° F.
Paso 2
Combina la leche y la harina en una olla mediana y mézclalos bien. Agrega 1 tableta del caldo y la nuez moscada. Cuécelo a fuego medio-bajo mezclado constantemente durante 5 minutos o hasta que el caldo se disuelva y la salsa quede espesa; reserva aparte.
Paso 3
Calienta el aceite en una sartén mediana a fuego medio. Fríe la cebolla y el ajo mezclando frecuentemente durante 2 minutos o hasta que la cebolla quede tierna. Agrega la espinaca y la ½ tableta restante del caldo. Fríelos mezclando frecuentemente durante 1 minuto o hasta que el caldo se disuelva. Retira del fuego y agrega el queso ricota y 1/2 taza del queso parmesano y mezcla bien.
Paso 4
Unta 1/4 taza de la salsa blanca sobre la parte inferior de un recipiente para hornear de tamaño 13 x 9 pulgadas. Coloca 4 láminas de la pasta sobre la salsa. Unta 1 taza de la mezcla del queso ricota sobre la pasta y luego con ½ taza de la salsa blanca. Repite el proceso. Termina la última capa con 4 láminas de pasta, la salsa restante y espolvoréala con 3 cucharadas de queso parmesano. Tapa con papel aluminio.
Paso 5
Hornéala durante 35 minutos. Retira el papel aluminio y continúa cociéndola durante 10 minutos más o hasta que esté dorada.